“Me llamo Chavela Vargas, no se les olvide”
Así se definía la cantante más importante de la ranchera mexicana. Su característica voz, rota y desgarrada, transmitió durante su larguísima trayectoria emoción y libertad. Una libertad que tuvo siempre muy presente en su forma de ser, vivir, vestir y querer. Fue una mujer peculiar, provocadora e independiente que dejó huella en la historia de la música.
Ilustrado por @nataliadefrutos